domingo, 31 de mayo de 2015

Agüero-Ángel Correa, la comparación necesaria

Hace sólo nueve años, el Atlético de Madrid fichaba a un crío (17 años cuando se hizo oficial) que venía de Argentina del que, al otro lado del charco, todo lo que se escuchaba era positivo mientras que en el viejo continente era más o menos un desconocido. De nombre Sergio y apodado 'Kun', se pasó una temporada a las órdenes de Javier Aguirre, a la sombra de Fernando Torres, aclimatándose al ritmo de competición europeo donde fue bastante difícil hacer una evaluación más o menos uniforme. Había quienes decían que iba para crack, otros que pensaban que estaba gordo y muchos más que pensaban que el Atlético había tirado 23 millones a la basura. Fue al verano siguiente cuando, necesitados de ver un poquito más de ese ratonero de área, los seguidores colchoneros cambiaron su camiseta de España por la albiceleste para seguir a su delantero en el Mundial Sub20 que tuvo lugar en Canadá, donde 'el tal' Agüero se llevó, además del título, los premios a mejor jugador y máximo goleador de la cita.

Es curioso como la historia, salvo por detalles, se puede referir también a Ángel Correa. Y es que cuando un chico destaca en el país del nuevo Papa, la coletilla de 'nuevo Messi, Maradona o Crespo está asegurada'. En este caso, y en base a paralelismos, Correa fue el nuevo Agüero, quizás porque es también el más reciente. Sin oportunidades en su año de debut por una operación de corazón, Correa, que ya se salió en el Sudamericano Sub20 hace dos meses tiene en este torneo mundialista su mejor bala para quedarse el año que viene a las órdenes de Simeone. No parece querer desaprovecharlo.

Para seguir alimentando la historia tenemos a Panamá como variable fundamental. En 2007, la selección liderada por el Kun, donde había otros como Piatti, Banega, Fazio y Zárate, se contentó con el empate en su primer partido y tuvo que esperar al segundo para golear (6-0) a Panamá. Doblete del chico que llevaba el brazalete, el Kun. El mismo que hizo hace dos noches el nuevo capitán de la Sub20, Ángel Correa. Hace años, el Kun abrió su cuenta particular remachando a puerta vacía un pase de un compañero desde la derecha en una portería vacía porque el portero había salido sin éxito a tapar. Un calco del segundo que metió Correa antes de anoche. Más escalofríos si comparamos el primero de Angelito con el segundo del Kun. Clavados. Pase abierto a la derecha, centro tocadito al corazón del área y golpeo de primeras con el interior. ¿Está destinado?

Muy complejo es hacer una valoración general en base al planteamiento del equipo. El 3-3-4 de Grondona, que cuando no va ganando se convierte en un 2-2-6, es un patio de colegio, donde muchos corren para arriba, ninguno corre para abajo y luchan por un espacio que se antoja pequeño para tanto gambetero. La ley del más chupón. Correa, botas negras pintadas ¡Denle un patrocinador a este chico!, campó a sus anchas como quiso. Se le pudo ver muy cómodo en la mediapunta, bajando a recibir la pelota, queriendo entrar en contacto con cada balón, vivo. Capaz de cambiar la sangre caliente por fría cuando el partido lo requiere. No se arrugó, hizo dos goles, metió infinitos pases peligrosos, por arriba, por abajo, con la derecha y con la izquierda. Angelito no es un goleador, pese al doblete, y quizás su mejor cualidad es el pase y la visión de juego, además del regate. Cuando recibe es imposible impedirle darse la vuelta, y cuando se la da el rival está perdido. Demostró regate en largo, en corto, cambio de ritmo y recursos. Es ortodoxo cuando toca y cuando se tiene que arrugar, también lo hace. La comparación con el Kun se queda ya lejos, porque Correa no es un delantero como sí el hoy jugador del Manchester City. Su juego, cuando encara, se asemeja mucho a los inicios que tuvo otro ídolo argentino, Tévez. La misma potencia, los mismos andares.

Le pudimos ver jugando con total libertad y sin ninguna responsabilidad defensiva. Incluso bajó al medio campo como mediocentro más retrasado para esa primera salida de pelota, algo que difícilmente se verá en el fútbol europeo pero que da una idea de cómo ayuda para que la pelota llegue a buen puerto. Decía Fabián Godoy, el comentarista de Direct TV, que Correa es "la solución a todos los problemas". Avisaba Marcelo Araujo, histórico narrador argentino, para los que estaban viendo jugar por primera vez la Joya, como le apodan desde cadete: "Esto es Correa, si ponen la tele hoy por primera vez, esto es lo que hace en cada partido". Y es que lo mejor no fueron sus goles, sino sus asistencias. Tras regatear a un ejército de panameños, llegaba con la determinación suficiente como para meter el pase preciso y precioso que sus compañeros no lograron materializar. Y no fueron ni una, ni dos, ni tres las veces que sucedió.

El Kun se fue cargado de títulos de Canadá, la rompió en el Atlético y el resto ya es bien conocido. Correa está empezando y de momento, ya calca los pasos del jugador del City. Debut con empate, dos primeros goles ante Panamá, premio al mejor jugador del partido y sensaciones positivas, quizás mucho más importante que las estadísticas y los números. No es ni Agüero, ni Tévez, tampoco es Messi o Maradona. Angelito quiere escribir su propio libro de hazañas y quién sabe si en una década o menos tendremos a alguien a quien podamos apodar como el nuevo Correa.

Correa celebra su primer gol del torneo, ante Panamá / Getty Images